El candidato socialista y Ximo Puig comparecen juntos por vez primera
desde la foto que selló el pacto de primarias y después de la crisis de las listas
FRANCESC ARABÍ VALENCIA
Movilizar a la organización y reclutar hasta el último de los votos que se cosecharon en 2007 -exactamente 838.987, el 35% de los emitidos-, además de anclar en la abstención a los descontentos con la actitud del Consell y del presidente Camps en los casos de corrupción. Es el objetivo que persigue el PSPV al dar relevancia a la denuncia de los escándalos políticos en esta precampaña electoral, que les ha llevado hasta a editar un informe sobre los 15 casos más mediáticos. Los estudios cualitativos de opinión encargados desde Ferraz confirman la necesidad de abundar en la movilización y en fidelizar el voto al PSPV y confirmar la deserción de, según fuentes socialistas, no menos de 70.000 votantes del PP en 2007 que ahora confiesan que no repetirán experiencia.
La estrategia electoral socialista se vertebra, además de sobre el eje de la transparencia, sobre las propuestas para la creación de empleo, y en la necesidad de una reforma educativa para impulsar un "modelo económico competitivo y generador de empleo". Acometer un proceso imprescindible de saneamiento de la Generalitat, "basado en la austeridad y la eficiencia", es el cuarto objetivo básico. Lo explicó ayer Jorge Alarte en su comparecencia ante los medios de comunicación.
Cinco meses después de constituirse el comité más pomposo de cuantos integran el organigrama electoral del PSPV -el de análisis y estrategia-, ayer se celebró su reunión constitutiva. Lo preside el alcalde de Morella, rival de Alarte en el congreso de país y referente del sector crítico, Ximo Puig. Por eso, el encuentro propició la primera comparecencia de Alarte con Puig tras los enfrentamientos internos por el proceso de elaboración de las listas a las Corts, que rompieron el pacto de estabilidad sellado, el 2 de septiembre, por los dos dirigentes y rubricado con una foto.
Justo ese día, Antoni Asunción dinamitó la fiesta de la paz interna con su anuncio de que se presentaba a primarias. Ayer, Alarte y Puig le devolvieron la jugada con una comparecencia que contraprogramó, por contraste, el juicio por la denuncia de pucherazo interpuesta por el ex ministro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario